Del Libro de los abrazos de Eduardo Galeano.
Un hombre del pueblo de Neguá, en la Costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó: Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores...
Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.
Es muy interesante la mirada de los niños sobre este cuento, la capacidad que tienen para reflexionar sobre el mismo y lo que son capaces de hacer a través de su mundo imaginario...
Este cuento lo leímos, lo analizamos, lo reflexionamos juntos en mis clases extraescolares sobre la CREATIVIDAD en un Colegio de Alicante, cuando empezó el curso, casi ninguno leía pues les daba pereza, al final del curso todos escribieron sobre lo que sintieron en esos meses...
Que bonita historia Mirtya, que bella forma de incentivar la lectura en los peques! ❤❤